¡Hola de nuevo!
La idea de este cuarto día de viaje era dedicar la mañana a ver con algo más de tiempo Zion Park, para luego dirigirnos a Las Vegas, pasando por el Valle del Fuego (Valley of Fire) y la Presa Hoover. Esto equivale a otro día intenso de conducción que, sumado a un día de excursionismo y calor, nos ha dejado destrozados. La ruta comentada os la detallo a continuación:
A las 7 ha sonado -mi gran amigo- el despertador. Hemos recogido y desayunado rápidamente (me he vuelto a quedar sin piscina) y hemos viajado en coche hacia el Parque Natural de Zion. Siendo realistas no queríamos dedicar más de 3-4hrs, por lo que si queríamos ver cosas distintas teníamos que optar por excursiones cortas (máximo 1 hora cada una). Recordad que Zion es un parque para excursionistas y cada parada requiere una caminata si realmente se quieren descubrir paisajes que valgan la pena. Como ayer ya hicimos una ruta recomendada ("Canyon Overlook"), hoy hemos hecho tres más: "Lower Emerald Pool", "Weeping Rock" y "Riverside Walk" -siendo estas dos últimas las que más han valido la pena-. Aprovecho para comentar que me parece sensacional como gestionan los parques nacionales. La documentación que dan (revista y mapa) es MUY completa, todo está MUY bien cuidado y el servicio de autobuses que te lleva de punto a punto -minimizando el tráfico de coches- es excelente y regular. Y luego cada parque ofrece de todo. De hecho hemos visto un hombre escalando una cresta que requiere dos días y medio de ascenso. Luego hemos visto ciclistas, excursionistas más profesionales, fotógrafos,... ¡realmente vale la pena ir!
Por otro lado, tengo que decir que nunca he visto tantas ardillas y mucho menos tan amigables con el turista -que no le alimenta porqué las multas son de escándalo y hay rángers a patadas vigilando-. Ríete de Nueva York, Londres, Sidney u otros lugares que haya visitado en el pasado. Lo de hoy no tiene nombre. Y como los que me conocéis sabéis que me puedo estar un rato con cada animal, eso ha enriquecido la visita. ¡También hemos aprovechado para probar nuevos filtros!
Al salir de Zion -el parque, no la ciudad de Matrix... ya me doy la colleja solo- hemos puesto rumbo a Valley of Fire, parando en un McDonalds -¡qué originales!- para comer una hamburguesa rápida y cargar gasolina, aprovechando para ver qué coches se asignan a los Sheriffs es USA -ver abajo-. Si bien en Zion se respiraba un aire fresco y la temperatura era agradable, en el Valle del Fuego se respiraba justamente eso: Fuego. De golpe y porrazo nos hemos clavado a 42 grados -según el termómetro del coche- y con un aire cálido no, lo siguiente. ¿Conocéis la sensación de subir al coche en pleno verano y poner la calefacción en vez del aire acondicionado? Pues igual. ¿Por qué os cuento esto? Porqué entre que íbamos justos de tiempo y que fuera del coche se hacían las hamburguesas al sol -literalmente, había gente con barbacoas y sin carbón- pues la visita ha sido ágil. Eso sí, hemos abonado el pago de 10$ que se requiere y que se hace de manera totalmente manual (no hay punto de control en esta ocasión). El parque en sí nos ha parecido agradable a la vista pero poco más. Al final son rocas y más rocas, de tonalidad roja (principalmente por el hierro), a las que se les han asignado nombres en función de su forma o cantidad. A la que has visto 4-5 ya tienes más que suficiente. ¡Y así ha sido!
Cansados del desierto -donde hoy ha habido máximas históricas de temperatura-, hemos dado paso a la siguiente parada. La Presa Hoover. Se trata de una de las presas más importantes de Estados Unidos y la más grande con diseño de arco -creo-. Es conocida por su diseño así como por la película Superman. La verdad es que es impresionante. En esta ocasión y dado el calor asfixiante así como la hora, no hemos optado por visitarla en detalle, haciendo fotos desde fuera. Dicho esto creo que ha valido la pena acercarse.
Terminada la visita, ya hemos puesto rumbo a Las Vegas y al Hotel Caesar's Palace... ¡y de nuevo cambio de zona horaria!. Tengo que decir que es una ciudad que no deja indiferente pero la primera impresión que nos hemos llevado es lo horroroso que es el tráfico y lo difícil que es pasear recto -está lleno de pasos elevados y cambios de aceras-. Hemos podido hacer el check-in rápido (gracias a que Noe lo había hecho online) y nos hemos cambiado rápidamente para el súper-plan de esta noche. Cena en el Nobu -un grandísimo japonés dirigido por el chef del mismo nombre- y Cirque Du Soleil -y su espectáculo KÀ-. La cena ha sido espectacular y el servicio sensacional, aunque no es barato. Luego hemos cogido un taxi porqué no llegábamos al espectáculo (y casi nos las tenemos con el taxista, que redondea a la alza). El circo ha sido fenomenal, aunque hemos pagado el día ajetreado y estábamos muy cansados. Es muy diferente a todos los que había visto hasta ahora (que son ya 7 creo, ¡me encantan!) y seguramente el "más espectacular". El escenario es completamente mecánico y se transforma constantemente durante la obra, y se trata de un show orientado a explicar claramente una historia a través de las acrobacias y las artes marciales, con su toque magistral de música. Muy muy muy distinto a todo lo que había visto hasta ahora.
Y tras el espectáculo... nos ha faltado tiempo para irnos al hotel, a pesar de estar en Las Vegas. Es medianoche y no nos aguantamos más así que... ¡mañana más!
¡Un abrazo!
La idea de este cuarto día de viaje era dedicar la mañana a ver con algo más de tiempo Zion Park, para luego dirigirnos a Las Vegas, pasando por el Valle del Fuego (Valley of Fire) y la Presa Hoover. Esto equivale a otro día intenso de conducción que, sumado a un día de excursionismo y calor, nos ha dejado destrozados. La ruta comentada os la detallo a continuación:
A las 7 ha sonado -mi gran amigo- el despertador. Hemos recogido y desayunado rápidamente (me he vuelto a quedar sin piscina) y hemos viajado en coche hacia el Parque Natural de Zion. Siendo realistas no queríamos dedicar más de 3-4hrs, por lo que si queríamos ver cosas distintas teníamos que optar por excursiones cortas (máximo 1 hora cada una). Recordad que Zion es un parque para excursionistas y cada parada requiere una caminata si realmente se quieren descubrir paisajes que valgan la pena. Como ayer ya hicimos una ruta recomendada ("Canyon Overlook"), hoy hemos hecho tres más: "Lower Emerald Pool", "Weeping Rock" y "Riverside Walk" -siendo estas dos últimas las que más han valido la pena-. Aprovecho para comentar que me parece sensacional como gestionan los parques nacionales. La documentación que dan (revista y mapa) es MUY completa, todo está MUY bien cuidado y el servicio de autobuses que te lleva de punto a punto -minimizando el tráfico de coches- es excelente y regular. Y luego cada parque ofrece de todo. De hecho hemos visto un hombre escalando una cresta que requiere dos días y medio de ascenso. Luego hemos visto ciclistas, excursionistas más profesionales, fotógrafos,... ¡realmente vale la pena ir!
Por otro lado, tengo que decir que nunca he visto tantas ardillas y mucho menos tan amigables con el turista -que no le alimenta porqué las multas son de escándalo y hay rángers a patadas vigilando-. Ríete de Nueva York, Londres, Sidney u otros lugares que haya visitado en el pasado. Lo de hoy no tiene nombre. Y como los que me conocéis sabéis que me puedo estar un rato con cada animal, eso ha enriquecido la visita. ¡También hemos aprovechado para probar nuevos filtros!
Al salir de Zion -el parque, no la ciudad de Matrix... ya me doy la colleja solo- hemos puesto rumbo a Valley of Fire, parando en un McDonalds -¡qué originales!- para comer una hamburguesa rápida y cargar gasolina, aprovechando para ver qué coches se asignan a los Sheriffs es USA -ver abajo-. Si bien en Zion se respiraba un aire fresco y la temperatura era agradable, en el Valle del Fuego se respiraba justamente eso: Fuego. De golpe y porrazo nos hemos clavado a 42 grados -según el termómetro del coche- y con un aire cálido no, lo siguiente. ¿Conocéis la sensación de subir al coche en pleno verano y poner la calefacción en vez del aire acondicionado? Pues igual. ¿Por qué os cuento esto? Porqué entre que íbamos justos de tiempo y que fuera del coche se hacían las hamburguesas al sol -literalmente, había gente con barbacoas y sin carbón- pues la visita ha sido ágil. Eso sí, hemos abonado el pago de 10$ que se requiere y que se hace de manera totalmente manual (no hay punto de control en esta ocasión). El parque en sí nos ha parecido agradable a la vista pero poco más. Al final son rocas y más rocas, de tonalidad roja (principalmente por el hierro), a las que se les han asignado nombres en función de su forma o cantidad. A la que has visto 4-5 ya tienes más que suficiente. ¡Y así ha sido!
Cansados del desierto -donde hoy ha habido máximas históricas de temperatura-, hemos dado paso a la siguiente parada. La Presa Hoover. Se trata de una de las presas más importantes de Estados Unidos y la más grande con diseño de arco -creo-. Es conocida por su diseño así como por la película Superman. La verdad es que es impresionante. En esta ocasión y dado el calor asfixiante así como la hora, no hemos optado por visitarla en detalle, haciendo fotos desde fuera. Dicho esto creo que ha valido la pena acercarse.
Terminada la visita, ya hemos puesto rumbo a Las Vegas y al Hotel Caesar's Palace... ¡y de nuevo cambio de zona horaria!. Tengo que decir que es una ciudad que no deja indiferente pero la primera impresión que nos hemos llevado es lo horroroso que es el tráfico y lo difícil que es pasear recto -está lleno de pasos elevados y cambios de aceras-. Hemos podido hacer el check-in rápido (gracias a que Noe lo había hecho online) y nos hemos cambiado rápidamente para el súper-plan de esta noche. Cena en el Nobu -un grandísimo japonés dirigido por el chef del mismo nombre- y Cirque Du Soleil -y su espectáculo KÀ-. La cena ha sido espectacular y el servicio sensacional, aunque no es barato. Luego hemos cogido un taxi porqué no llegábamos al espectáculo (y casi nos las tenemos con el taxista, que redondea a la alza). El circo ha sido fenomenal, aunque hemos pagado el día ajetreado y estábamos muy cansados. Es muy diferente a todos los que había visto hasta ahora (que son ya 7 creo, ¡me encantan!) y seguramente el "más espectacular". El escenario es completamente mecánico y se transforma constantemente durante la obra, y se trata de un show orientado a explicar claramente una historia a través de las acrobacias y las artes marciales, con su toque magistral de música. Muy muy muy distinto a todo lo que había visto hasta ahora.
Y tras el espectáculo... nos ha faltado tiempo para irnos al hotel, a pesar de estar en Las Vegas. Es medianoche y no nos aguantamos más así que... ¡mañana más!
¡Un abrazo!
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