¡Hola a todos!
Hoy ha sido un día menos ajetreado de lo habitual, donde hemos hecho más bien pocas cosas. ¿Por qué? Por nada en particular, pero el día se ha dado así, ¡y tampoco está de más parar un poco, que son vacaciones!
Esta mañana nos hemos levantado en Santa Barbara en el gran motel que comenté ayer -nótese la ironía- y algo más tarde de lo habitual. Estando en Santa Barbara, teníamos una lista de cosas a ver que preparamos cuidadosamente antes de empezar el viaje... pero al final, ¡no ha sido así! De hecho teníamos pensado ver el Stearns Wharf, Santa Barbara Courthouse y Old Mission Santa Barbara en base a lo que habíamos leído. ¡Incluso está el jardín botánico de Lotusland! Pues... no. Al final hemos decidido desayunar tranquilamente en el puerto, buscando un lugar con buenas vistas y pidiendo un desayuno contundente... ¡con una mimosa y todo! Nos hubiera dado tiempo de ver algo del puerto, pero han ido muuuuy lentos...
Así que tras recobrar fuerzas hemos salido pitando hacia Los Angeles... ¡y que viaje! MUY diferente a la tranquilidad de Santa Barbara. Este trayecto de 2 horas y media se ha hecho especialmente duro porqué en las carreteras de L.A. impera la ley de la jungla, esto es, la ley del más fuerte. Los vehículos raramente dejan pasar, meten el morro hasta la cocina y hacen lo que pueden y más para llegar antes a su destino que tú. Gracias a Dios nos hemos adaptado rápido y además éramos aptos para el carril VAO (que aquí considera de 2 pasajeros en adelante, a diferencia de Barcelona). De camino también hemos visto alguna detención de la policía, además de las carreteras saturadas aún con seis carriles para una única dirección -y autopistas sobre autopistas-. ¡Un caos!
Una vez en L.A. nos hemos dirigido a Long Beach (Rainbow Harbor), puesto que esta tarde teníamos excursión para avistar ballenas. Ya sé que no es época, pero aún se pueden ver y nos hacia ilusión probarlo juntos. Por primera vez en la historia hemos llegado antes y hemos hecho algunas fotos del puerto con calma, ¡la verdad es que es muy bonito!
Hoy ha sido un día menos ajetreado de lo habitual, donde hemos hecho más bien pocas cosas. ¿Por qué? Por nada en particular, pero el día se ha dado así, ¡y tampoco está de más parar un poco, que son vacaciones!
Esta mañana nos hemos levantado en Santa Barbara en el gran motel que comenté ayer -nótese la ironía- y algo más tarde de lo habitual. Estando en Santa Barbara, teníamos una lista de cosas a ver que preparamos cuidadosamente antes de empezar el viaje... pero al final, ¡no ha sido así! De hecho teníamos pensado ver el Stearns Wharf, Santa Barbara Courthouse y Old Mission Santa Barbara en base a lo que habíamos leído. ¡Incluso está el jardín botánico de Lotusland! Pues... no. Al final hemos decidido desayunar tranquilamente en el puerto, buscando un lugar con buenas vistas y pidiendo un desayuno contundente... ¡con una mimosa y todo! Nos hubiera dado tiempo de ver algo del puerto, pero han ido muuuuy lentos...
Así que tras recobrar fuerzas hemos salido pitando hacia Los Angeles... ¡y que viaje! MUY diferente a la tranquilidad de Santa Barbara. Este trayecto de 2 horas y media se ha hecho especialmente duro porqué en las carreteras de L.A. impera la ley de la jungla, esto es, la ley del más fuerte. Los vehículos raramente dejan pasar, meten el morro hasta la cocina y hacen lo que pueden y más para llegar antes a su destino que tú. Gracias a Dios nos hemos adaptado rápido y además éramos aptos para el carril VAO (que aquí considera de 2 pasajeros en adelante, a diferencia de Barcelona). De camino también hemos visto alguna detención de la policía, además de las carreteras saturadas aún con seis carriles para una única dirección -y autopistas sobre autopistas-. ¡Un caos!
Una vez en L.A. nos hemos dirigido a Long Beach (Rainbow Harbor), puesto que esta tarde teníamos excursión para avistar ballenas. Ya sé que no es época, pero aún se pueden ver y nos hacia ilusión probarlo juntos. Por primera vez en la historia hemos llegado antes y hemos hecho algunas fotos del puerto con calma, ¡la verdad es que es muy bonito!
Una vez hemos conseguido embarcar, el trayecto ha empezado y nos ha costado bastante divisar a nuestra primera ballena. Inicialmente -y tras algunos delfines- hemos visto como los leones marinos (como los de ayer) se suben a las boyas para "tomar el sol". Más tarde hemos podido observar algunas ballenas enanas (Minke Whales) haciendo saltos lo suficientemente cerca para verlo pero demasiado rápido para que haya podido fotografiarlo. Más tarde nos hemos encontrado con una ballena jorobada (Humpback Whale) que también se ha exhibido un poco, permitiendo -ahora sí- alguna foto que otra. La experiencia ha sido buena y, aunque no hemos visto demasiada fauna, nos ha servido para desconectar y pasarlo bien con el trayecto también -¡menudos botes pegaba el barco!-. Eso sí, yo con tanta foto me he mareado un poquito... ¡pero una micro-siesta en cubierta lo cura todo!
Nota. Herbie no se ha querido perder la ocasión, ¡ya se le echaba de menos!
Tras la actividad, existía la opción de intentar pasarse por Santa Monica Beach y Venice Beach pero, siendo la hora que era y viendo el atardecer mientras nos aclarábamos, nos hemos dado cuenta que era muy tarde. Además, L.A. es ENORME -no vayáis sin coche- y nos quedaba una hora de trayecto hasta el hotel. Así, hemos decidido ir tirando hacia allí y realizar una visita al Macy's para que Noemí pudiera aprovechar un super-descuento que sacamos de San Francisco... que, finalmente, no ha servido de nada. Bueno, de algo sí, hemos paseado por el barrio negro, latino y coreano de la ciudad. ¡Algo más que hemos visto!
Finalmente hemos llegado al hotel, cerca del paseo de la fama. Como era tarde nos han recomendado un local para cenar, ¡y nos ha encantado! Se llama Nue Studio & Cafe Hollywood y hemos podido comer algo mientras escuchábamos una banda amateur de Blues Rock (llamada GR3) en un local "sui generis", mezcla de restaurante, sala de arte y peluquería. Un espectáculo de lugar, ¡y el grupo nos ha dedicado algunos comentarios! -éramos poquitos-
Y con esto me voy a dormir. Mañana toca alimentar al niño que llevamos dentro... ¡nos vamos a los Universal Studios!
¡Un abrazo!
Que pasada , son minkis ? En que barco fuisteis?
ResponderEliminar¡Son Minkies sí! En un barco normal, no era ballenero no ;-)
EliminarMmmm ese desayuno tiene muy buena pinta
ResponderEliminar¡Jajaja! ¡Estaba bueno! ¡La verdad es que aquí desayunan "bien"! Pero la Mimosa me dio un sueño después... :P
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